A la hora de intervenir en un retraso del lenguaje, hay que tener en cuenta que cada niño debe recibir un programa de intervención logopédico individualizado y adaptado a sus dificultades. El tratamiento del retraso del lenguaje es necesario para compensar las dificultades y/o prevenir la aparición de más problemas. Debemos tener en cuenta que en estas edades, entre los 2 y los 6 años aproximadamente, el trabajo logopédico siempre debe conllevar un componente lúdico que facilite la participación del niño en la terapia y que implique el bienestar de este durante las sesiones.
Los principales factores que se tienen en cuenta en la intervención son los siguientes:
- Motricidad bucofonatoria:
El trabajo respecto a esta área pretende actuar en la optimización de las estructuras fono-motoras, activando los músculos y motricidad fina de la lengua, las mejillas, el paladar y el resto de estructuras involucradas con la articulación y fonación. Trabajando este contenido se pretende prevenir alteraciones fonológicas en el habla, así como la aparición de futuras dislalias.
- Discriminación y memoria auditiva:
A la hora de fomentar este aspecto se intentará que el niño alcance una adecuada discriminación de fonemas y palabras para evitar dificultades de articulación posteriores. El entrenamiento auditivo se centra en adquirir y reconocer la discriminación y memoria secuencial auditiva de los sonidos del entorno. La buena recepción o decodificación auditiva es una aptitud clave para después entender la palabra hablada.
El objetivo al estimular esta habilidad es que el niño o la niña logre un tipo de respiración correcta, ya que este aspecto está directamente ligado a la locución del lenguaje.
Al trabajar este aspecto lo que queremos lograr es un estado de relajación de los músculos buco linguales, para eliminar o disminuir las situaciones de tensión muscular que obstaculicen la fase de intervención fonológica.
Entendido como la emisión del aire durante la expresión lingüística, es importante intervenir en el control y dirección del mismo para conseguir un adecuado soplo en la emisión fónica.
Los niños y niñas con retraso del lenguaje simple muestran patrones fonológicos desviados, su habla suele ser infantilizada y la estructura silábica es simple. Un elemento clave a trabajar al respecto es la conciencia fonológica, especialmente en lenguas fonológicamente transparentes como es el catalán o castellano, antes de aprender a leer o escribir los niños adquieren el léxico auditivo.
Los niños que tienen dificultad en esta área, presentan un lenguaje con una desorganización en la sucesión normal de la oración (el lenguaje presenta un aspecto telegráfico). El número de conceptos que nombran en la frase es reducido, teniendo dificultades en el manejo de artículos, pronombres, plurales y en el uso de diferentes tiempos verbales. Será necesario trabajar la expansión gramatical, es decir mejorar el empleo de elementos sintácticos y gramaticales (plurales, pronombres, verbos etc.) así como la estructura de las oraciones.
El vocabulario está normalmente mermado, basándose en objetos del entorno más cercano, también se pueden distinguir en ellos dificultades para la asimilación de conceptos abstractos, como colores, formas y tamaños o nociones espacio-temporales. Debido a todo ello es importante que trabajemos la ampliación de vocabulario y la mejora de las relaciones léxicas entre dicho vocabulario.
Poseen dificultades en torno a la intención comunicativa, el lenguaje básicamente es utilizado para nombrar y conseguir objetos, así como para estructurar la conducta. Los niños con Retrasi Simple del Lenguaje muestran dificultades para aplicar cualidades a objetos y articular preguntas. Se inclinan a apoyar sus exposiciones verbales con excesiva mímica y gestos para compensar las carencias expresivas. Lo primordial en esta dimensión del lenguaje que debemos de trabajar son las funciones y usos del lenguaje, así como las habilidades conversacionales que permitan desarrollar su lenguaje oral. Se destacan una serie de objetivos fundamentales que se deberían de trabajar en esta área:
– Mantenimiento de tópico conversacional (cuando se termina o comienza un tema de conversación).
– Empleo de fórmulas que rigen la expresión.
– Utilización de formas sintácticas para transferencia de información.
– Adecuación y uso de la comunicación no verbal.
Tal y cómo hemos visto estas son la áreas principales que se trabajan en la intervención del retraso del lenguaje simple, también se deberá tener en cuenta, otros aspectos tales como la atención, la concentración y la memoria de trabajo, así como el desarrollo del juego simbólico.