El concepto de Discapacidad Intelectual (DI en adelante) ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. Durante años, el retraso cognitivo y del desarrollo se denominaba Retraso Mental. En 2006 se cambió la concepción del término a DI y el nombre de la Asociación Americana de Retraso Mental (AAMR) pasó a denominarse Asociación Americana de Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo (AAIDD). La DI se definió como la presencia de limitaciones significativas tanto en el funcionamiento intelectual como en la conducta adaptativa que se manifiesta antes de los 18 años en las habilidades adaptativas conceptuales, sociales y prácticas. A principios de 2022, Verdugo y Galván explican en un encuentro online organizado por Plena Inclusión España la nueva definición de Discapacidad Intelectual, con una perspectiva más amplia, dejando de estar basada en las dificultades de las personas y centrándose en cómo han de ser apoyadas. Además, se aumenta la edad límite de aparición de las dificultades hasta los 22 años debido a que el desarrollo humano continúa pasado los 18.
Existen distintos grados de afectación en función de la severidad del trastorno, pudiendo ser leve, en personas con CI entre 50-55 y aproximadamente 70; moderado con CI entre 35-40 y 50-55; grave con CI entre 20-25 y 35-40 o profundo con CI inferior a 20-25 según los baremos de la Asociación Americana de Psicología (APA, 2014). Numerosos autores afirman que las personas con Discapacidad Intelectual presentan limitaciones significativas en la adquisición, desarrollo y uso de las habilidades lingüísticas con mayor o menor alteración en función del grado de afectación.
Logopedia en Discapacidad Intelectual
Existe evidencia científica de que entre las dificultades afectadas en personas con Discapacidad Intelectual se encuentran las habilidades pragmáticas, es decir, el uso apropiado del lenguaje para comunicarse en diferentes contextos y con distintos interlocutores. Por esta razón, la intervención logopédica individualizada ha demostrado ser la más efectiva en perfiles con distintos grados de Discapacidad Intelectual.
Es muy importante diseñar y desarrollar sistemas de apoyos para las personas con Discapacidad Intelectual de manera individualizada en función de sus necesidades. El sistema debe cumplir una serie de requisitos mínimos como estar centrado en la persona atendiendo al global de sus necesidades, que se aplique de manera coordinada en los distintos ambientes en los que se desenvuelva la persona, que esté orientado a que les permita realizar toma de decisiones y comprender el mundo y estar basados en evidencia científica.
- Dificultades de comunicación
Los Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación (SAAC) ayudan al desarrollo de las habilidades comunicativas en niños/as con DI, pudiendo llegar a obtener una comunicación funcional. Se trata de un instrumento de intervención logopédica y educativa que tiene como objetivo aumentar el nivel de expresión y comprensión y/o compensar las dificultades comunicativas. Para ello se utiliza un conjunto de códigos no vocales con o sin soporte físico.
La idoneidad del sistema de comunicación va a depender de las características de cada individuo por lo que se debe estudiar de manera exhaustiva los puntos fuertes y no tan fuertes de la persona con Discapacidad Intelectual. Siempre que se pueda se tiene que fomentar el uso del lenguaje oral existente que va a poder ser apoyado mediante un sistema aumentativo con el objetivo de desarrollar una comunicación funcional. En el caso de las personas con un DI grave, en muchas ocasiones será necesario establecer un sistema de comunicación alternativo como medio de expresión y comprensión.
- Enseñanza de los SAAC con ayuda
A continuación, se va a exponer un ejemplo de las fases que se seguirían en la implementación de un SAAC con soporte físico:
- Selección del vocabulario inicial en función de sus intereses y rutinas buscando ampliarlo
- Aprendizaje de los símbolos mediante actividades de asociación, emparejamiento de iguales y diferenciación entre símbolos.
- Utilización de los símbolos en conversación dirigida
- Aumento de vocabulario y estructuración de frases
- Distribución del vocabulario en el soporte de comunicación
Existen otros componentes del proceso comunicativo que se deben tener en cuenta para generalizar la aplicación en los distintos contextos, como puede ser instruir a los distintos interlocutores la manera de proceder, que no se anticipen a la respuesta, que no realicen preguntas cerradas únicamente, que utilicen un lenguaje adecuado a su edad…
Por último, hay que destacar que se ha comprobado la efectividad de las intervenciones logopédicas centrada en las habilidades pragmáticas, en concreto, las relacionadas con interacción, interacción social y habilidades conversacionales en una adolescente con discapacidad intelectual. (García-Pallas, 2015).