Tartamudez, orientaciones para los padres

Es muy común que los niños tartamudean (disfemia en términos logopédicos) un poco, a veces nos da la sensación de que encallan cuando nos quieren decir algo. Generalmente, a excepción de los casos más graves, lo que sucede es que nos quieren decir muchas cosas en poco tiempo. Ante esta situación los padres suelen tomar diferentes medidas para intentar ayudar a solucionar este problema de su hijo, sin embargo, estas soluciones a menudo resultan contraproducentes, ya que lo que nos sugiere el sentido común son herramientas que frecuentemente pueden agravar el problema. A continuación os presentamos unas orientaciones prácticas que pueden resultar de su interés:

  • Mantener un ritmo de habla adecuado, especialmente en cuanto a la velocidad, intentando no presentar un ritmo de habla demasiado rápido. A veces no nos damos cuenta y hablamos muy rápido, lo que provoca que el niño quiera hacer lo mismo y probablemente no esté capacitado para hacerlo, con el que aparece el tartamudeo.
  • No terminar nunca lo que está diciendo, darle tiempo para que responda tranquilamente. Si el presionamos o acabamos lo que está diciendo provocamos cierta ansiedad que provoca un malestar en el niño y puede provocar un incremento del tartamudeo.
  • No anticipar sus respuestas. Si anticipamos lo que significa provocaremos que muestre menos interés por comunicarse o bien que se sienta frustrado por no poder comunicar lo que le gustaría.
  • Darle tiempo para que elabore sus respuestas. La presión del tiempo genera una mayor ansiedad de la que puede provocar el habla en sí, con lo que el tartamudeo aumenta.
  • No realizarle más de una demanda de forma consecutiva, darle tiempo entre respuesta y pregunta. Es bueno dejar tiempo para relajar la comunicación y darle tiempo para que elabore su respuesta y luego poder realizar la siguiente demanda.
  • Respetar siempre de forma escrupulosa los turnos de palabra. De modo que tenga tiempo de participar en las comunicaciones y no tenga que precipitarse para poder expresarse.
  • Estar pendiente de lo que quiere decir y no tanto de cómo lo dice, es muy frecuente que la ansiedad que produce ver al hijo pelearse con las palabras provoque que los padres estén más pendientes de cómo se comunica lo que quiere decir.

 

Como puede ver la mayoría de orientaciones se refieren básicamente a relajar la comunicación ya proporcionar tiempo para elaborar la comunicación, con estos consejos quizá no solucionamos del todo el problema y sea necesaria la intervención de un logopeda, sin embargo, seguro que ayudaremos a que la comunicación de nuestro hijo resulte más eficaz y menos frustrante para él. Conviene tener en cuenta que en este tipo de dificultad del habla juega un papel muy importante el componente ansioso y una elevada sensación de frustración, de manera que en la medida que ayudamos a mejorar en estos aspectos su tartamudeo disminuirá con toda seguridad.

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