La comunicación en los niños autistas

Como describimos en artículos anteriores, el autismo es un trastorno del desarrollo de tipo neurobiológico que afecta a la comunicación, la socialización y la conducta del niño durante toda su vida. Generalmente, estos niños son descritos como niños distantes, que no responden cuando se les llama o se les pregunta y se comportan como si estuvieran en su propio “mundo”.

Una de las principales preocupaciones de los padres con niños autistas es que su hijo desarrolle el lenguaje y, para favorecer dicho desarrollo, deben tener en cuenta algunas consideraciones especiales, pues de igual modo que los grados de autismo varían, también puede hacerlo la capacidad de hablar de cada niño.

¿Qué debemos tener en cuenta? ¿Cómo debemos comunicarnos con un niño autista?

  1.  En primer lugar, deben aumentar la consciencia de los intentos de comunicación que realiza el niño y responderlos, es decir, interpretar todas las acciones del niño autista como intentos de comunicación. Si las iniciaciones del niño no son de carácter comunicativo, lo primero que tendrán que hacer es interpretar si los sonidos tienen algún significado. Por ejemplo, si el niño toca algún objeto, deben interpretarlo como una pregunta y dar enseguida el nombre del objeto. La respuesta debe ser inmediata para que el niño no pierda interés.
  1. Aprendan las señas propias del niño. Cada niño autista tiene su propia manera de comunicarse, la cual pueden aprender y usar (por ejemplo: ponerse las manos en la cabeza puede ser dolor de cabeza, tocarse el estómago puede ser tener hambre, etc.). Una vez conozcan la manera en que se comunica, sabrán qué esperar de él.
  2. Muchos niños autistas responden mejor a la comunicación física, pues encuentran confusión en las palabras. Por ello, deben prestar atención también a su lenguaje corporal. Permítanle al niño que comunique lo que quiera usando el cuerpo (por ejemplo: guiarte hasta el frigorífico para pedirte agua, señalar un juguete con el que quiere jugar, etc.).
  3. Utilicen un lenguaje directo. Estos niños no comprenden los sentidos figurados y las metáforas, lo que les puede crear confusión y frustración. Debe pensar lo que quiere decir para transmitirlo directamente y que el niño lo entienda de manera inmediata.
  4. Evitar la sobrecarga verbal. Deben ser claros, usar frases más cortas si notan que el niño no los comprende correctamente. Aunque no tenga ningún problema de audición y esté prestando atención, puede resultarle difícil comprender el punto esencial de su explicación, así como identificar información importante.
  5. Los niños autistas pueden tener problemas para procesar y retener grandes cantidades de información verbal. Para ayudarles a aprender y retener, pueden usar soportes visuales que representen cada paso de las instrucciones. Los soportes visuales permiten una comunicación más concreta y ayudan a estos niños a traducir las instrucciones verbales en una secuencia de imágenes a las que pueden referirse cada vez que completan una actividad.
  6. Aunque el niño hable, no siempre puede comunicar lo que le pasa o le llama la atención, pues no sabe que ustedes desconocen lo que le ocurre (es lo que conocemos como Teoría de la Mente, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona).
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