Tartamudez en la adolescencia: el papel de los padres

Como ya hemos visto en artículos anteriores, la tartamudez es un trastorno de la fluidez del habla que aparece cuando el niño está desarrollando sus habilidades comunicativas y evolucionando en el campo cognitivo-emocional. Durante este período de desarrollo, el niño está aprendiendo unas habilidades del lenguaje muy complejas e involuntariamente realiza “saltos” al hablar, repite sílabas, partes de una palabra o una frase, etc.  Estas disfluencias son totalmente normales en los niños, siempre y cuando no se acompañen de esfuerzo o incomodidad al hablar (gestos, tensión, etc.). En este tipo de situaciones, resulta crucial la forma en que interactúan con el niño, pues en estas edades se está forjando la personalidad y el temperamento del niño, aspectos que serán claves en su desarrollo.

 

La mayoría de niños que presentan disfluencias en estas edades consiguen superar el problema y éste desaparece espontáneamente dentro del primer año después de su inicio, pero en algunos casos los errores pueden identificarse y aumentar su frecuencia con el tiempo, configurando el patrón de habla habitual. Además, si el niño sufre repetidas experiencias de problemas para comunicarse, éstas pueden provocar en él sentimientos de frustración o vergüenza que generarán sentimientos y actitudes negativas relacionadas con la comunicación.

 

Esta misma situación podemos encontrarla no sólo en la etapa infantil, sino en la adolescente. En ocasiones, nos encontramos con jóvenes adolescentes con un patrón de habla rápido, escasa vocalización, respiración entrecortada, etc., que presentaban leves disfluencias al hablar, pero que de un tiempo en adelante las dificultades se han acrecentado. En este tipo de situaciones, donde el niño atraviesa una etapa muy importante respecto a su desarrollo social, es de suma importancia la relación de los padres y del entorno con el adolescente.

 

Deben tener en cuenta que su hijo, como todos los niños, desarrolla sentimientos observando a sus padres, a la forma en que interactúan o se comunican con él. El niño o joven adolescente que comienza a presentar disfluencias debe sentirse apoyado por su entorno. Esto es crucial para él. Si frente a su hijo presentan una conducta negativa cuando habla o lo corrigen constantemente, para él supondrá una situación negativa y estresante, lo que agravará el problema, evitando comunicarse para no verse afectado negativamente en su autoestima.

 

Para evitar esta situación, lo recomendable es que acudan a un logopeda lo antes posible con el fin de que les oriente e intervenga esas disfluencias, ayudando a su hijo a controlar su patrón de habla y evitando que estas dificultades interfieran o repercutan en el desarrollo del mismo. A continuación os presentamos unas orientaciones prácticas que pueden ayudarles en el día a día:

  • Presten atención a la forma en que se comunican con sus hijos. ¿Cómo les hablan? ¿Con qué velocidad? ¿Qué expresiones utilizan? ¿Cuál es su actitud? ¿Y dónde fijan su mirada?
  • Mantengan un ritmo de habla adecuado, especialmente en cuanto a la velocidad, intentando no presentar un ritmo de habla demasiado rápido.
  • No terminen nunca lo que está diciendo, darle tiempo para que responda tranquilamente. Si el presionamos o acabamos lo que está diciendo provocamos cierta ansiedad que provoca un malestar en el joven y puede provocar un incremento del tartamudeo.
  • No anticipen sus respuestas. Si anticipamos lo que significa provocaremos que muestre menos interés por comunicarse o bien que se sienta frustrado por no poder comunicar lo que le gustaría.
  • Denle tiempo para que elabore sus respuestas. La presión del tiempo genera una mayor ansiedad de la que puede provocar el habla en sí, con lo que el tartamudeo aumenta.
  • No realicen más de una demanda de forma consecutiva, darle tiempo entre respuesta y pregunta. Es bueno dejar tiempo para relajar la comunicación y darle tiempo para que elabore su respuesta y luego poder realizar la siguiente demanda.
  • Respeten siempre de forma escrupulosa los turnos de palabra. De modo que tenga tiempo de participar en las comunicaciones y no tenga que precipitarse para poder expresarse.

Si necesita más información en relación a la tartamudez, no dude en contactar con nosotros.

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