Logopedia y Síndrome de Down

Las personas con Síndrome de Down presentan dificultades en el área del lenguaje, mucho más acentuadas en la expresión oral que en la comprensión, y esto dificulta sus habilidades comunicativas, a no ser que el interlocutor conozca muy bien a la persona y consiga adaptarse para entender lo que pretende transmitir. A su vez, estas dificultades comunicativas afectan al desarrollo individual y a la integración social de las personas si no se refuerza su comunicación. Por este motivo, es de suma importancia el trabajo logopédico en personas con Síndrome de Down, el cual les permita desarrollar una comunicación lo más funcional y correcta posible.

¿Qué problemas de comunicación suelen presentar las personas con síndrome de Down?

  1. Tienen problemas persistentes para producir un habla inteligible.
  2. Tienen mejores habilidades de comprensión de lenguaje que de producción, incluso en las primeras etapas del desarrollo.
  3. La mayoría muestran una adquisición de vocabulario más lenta de lo que predicen sus restantes habilidades cognitivas.
  4. La producción de sintaxis suele estar retrasada de forma importante.
  5. Presentan alteraciones auditivas (algunas consisten en pérdidas leves o moderadas de audición, otras son pérdidas intermitentes y, en otros casos, no existe pérdida de audición). La mayoría de estas pérdidas de audición se deben a otitis medias prolongadas.
  6. Presentan una hipotonía en grado variable y otros problemas de rendimiento motor que persisten durante la infancia.
  7. La memoria a corto plazo no se desarrolla tan rápidamente como el resto de habilidades cognitivas.

¿Cuál es el papel del logopeda?

El logopeda representa un papel esencial para conseguir el desarrollo de una adecuada comunicación a través del lenguaje y, en casos necesarios, de los sistemas de comunicación aumentativos. El principal objetivo de la intervención logopédica es mejorar la capacidad de expresión y comunicación de las personas con síndrome de Down, así como mejorar la comprensión para favorecer las relaciones interpersonales y favorecer la integración escolar y social gracias a la mejora de las capacidades psicolingüísticas. Para ello, la intervención logopédica abarca diversas áreas de trabajo:

ž   La intervención de las disfunciones oro -faciales y auditivas: patrones de deglución y masticación, fuerza, coordinación y movilidad de los músculos orales y faciales; adquisición de patrones correctos de respiración, estimulación auditiva (con ruidos, voces y sonidos vocales, discriminación auditiva, etc.), etc.

 ž   La intervención en el área lingüística: fonética y fonología (pronunciación y articulación del habla), semántica (adquisición y ampliación del vocabulario), morfo-sintaxis (aprendizaje de estructuras gramaticales y signos morfológicos), y pragmática (crear iniciativa comunicativa, estructuración del discurso, uso de distintas funciones lingüísticas, etc.).

Además del trabajo logopédico, es necesaria la implicación de los padres o familiares en el proceso, pues el niño o la persona con Síndrome de Down debe disponer de un entorno de apoyo que promueva la comunicación mediante la participación diaria y estimular así el lenguaje en ambientes naturales de comunicación.

Las personas con Síndrome de Down presentan dificultades en el área del lenguaje, mucho más acentuadas en la expresión oral que en la comprensión, y esto dificulta sus habilidades comunicativas, a no ser que el interlocutor conozca muy bien a la persona y consiga adaptarse para entender lo que pretende transmitir. A su vez, estas dificultades comunicativas afectan al desarrollo individual y a la integración social de las personas si no se refuerza su comunicación. Por este motivo, es de suma importancia el trabajo logopédico en personas con Síndrome de Down, el cual les permita desarrollar una comunicación lo más funcional y correcta posible.

 

¿Qué problemas de comunicación suelen presentar las personas con síndrome de Down?

  1. Tienen problemas persistentes para producir un habla inteligible.
  2. Tienen mejores habilidades de comprensión de lenguaje que de producción, incluso en las primeras etapas del desarrollo.
  3. La mayoría muestran una adquisición de vocabulario más lenta de lo que predicen sus restantes habilidades cognitivas.
  4. La producción de sintaxis suele estar retrasada de forma importante.
  5. Presentan alteraciones auditivas (algunas consisten en pérdidas leves o moderadas de audición, otras son pérdidas intermitentes y, en otros casos, no existe pérdida de audición). La mayoría de estas pérdidas de audición se deben a otitis medias prolongadas.
  6. Presentan una hipotonía en grado variable y otros problemas de rendimiento motor que persisten durante la infancia.
  7. La memoria a corto plazo no se desarrolla tan rápidamente como el resto de habilidades cognitivas.

¿Cuál es el papel del logopeda?

El logopeda representa un papel esencial para conseguir el desarrollo de una adecuada comunicación a través del lenguaje y, en casos necesarios, de los sistemas de comunicación aumentativos. El principal objetivo de la intervención logopédica es mejorar la capacidad de expresión y comunicación de las personas con síndrome de Down, así como mejorar la comprensión para favorecer las relaciones interpersonales y favorecer la integración escolar y social gracias a la mejora de las capacidades psicolingüísticas. Para ello, la intervención logopédica abarca diversas áreas de trabajo:

ž   La intervención de las disfunciones oro -faciales y auditivas: patrones de deglución y masticación, fuerza, coordinación y movilidad de los músculos orales y faciales; adquisición de patrones correctos de respiración, estimulación auditiva (con ruidos, voces y sonidos vocales, discriminación auditiva, etc.), etc.

 

ž   La intervención en el área lingüística: fonética y fonología (pronunciación y articulación del habla), semántica (adquisición y ampliación del vocabulario), morfo-sintaxis (aprendizaje de estructuras gramaticales y signos morfológicos), y pragmática (crear iniciativa comunicativa, estructuración del discurso, uso de distintas funciones lingüísticas, etc.).

 

Además del trabajo logopédico, es necesaria la implicación de los padres o familiares en el proceso, pues el niño o la persona con Síndrome de Down debe disponer de un entorno de apoyo que promueva la comunicación mediante la participación diaria y estimular así el lenguaje en ambientes naturales de comunicación.

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